Noticia

La desigualdad y la pobreza infantil en España bajan hasta niveles previos a la crisis de la Covid-19

La desigualdad y la pobreza infantil en España bajan hasta niveles previos a la crisis de la Covid-19
  • La desigualdad en la infancia y la pobreza infantil descienden en España hasta alcanzar cifras previas a la crisis de la Covid-19 y similares a los que tenía el país antes de la crisis de 2008. Esta reducción es mayor en las situaciones de pobreza infantil más graves
  • Más de 750.000 niños, niñas y adolescentes habrían entrado en situación de pobreza si no se hubiesen realizado transferencias sociales
  • Los datos de pobreza en España han recuperado en un año su tasa previa a la pandemia, demostrando una salida de la crisis más rápida a la de 2008

La desigualdad en la infancia y la pobreza infantil en España han descendido a niveles previos a la crisis de la Covid-19 y similares a los que tenía el país antes de la crisis de 2008, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este lunes, y que recoge datos de renta de 2021. La ECV, que realiza anualmente el INE, es el principal instrumento para medir cuáles son los ingresos y las condiciones de vida de los hogares en nuestro país.

La tasa de pobreza en la población menor de 18 años en 2022 desciende 1,1 puntos si lo comparamos con 2021, hasta el 27,8%, acercándose a la tasa de 2020 (con datos de 2019), que se situaba en el 27,4%. Además, descienden especialmente las tasas de pobreza infantil alta y severa, 1,4  puntos en ambos casos, comparado con el año anterior. La tasa de pobreza infantil alta se situaría así en el 13,5%, por debajo de la de 2020, ubicada en el 14,1%; y la de pobreza infantil severa en el 5,7%, acercándose al 5% de 2020.

Este descenso también se produce en el caso de la tasa de pobreza general, que desciende 1,3 puntos hasta un 20,4% de la población, alcanzando uno de los niveles más bajo del histórico. Además, la pobreza alta y severa han descendido en 1,3 y 0,9 puntos respectivamente, hasta el 8,9 y el 3,8%.

En 2022 (con datos de renta de 2021) también se reduce la desigualdad, tanto para el total de la población como para la infancia, situándose en los niveles más bajos de la última década. El indicador más utilizado para medir la desigualdad, el índice o coeficiente de Gini –que mide la concentración de ingresos entre los habitantes de un territorio-, se reduce un punto en ambos casos: pasa del 32,6 al 31,7 para el total de la población y del 34,9 al 33,8 para los y las menores de 18 años.

Además, el cociente S80/S20, un indicador que compara la renta media obtenida por el 20% de la población con más renta con la renta media obtenida por el 20% de la población con menos renta, también muestra un descenso en la desigualdad en la infancia. De esta manera, en 2022 habría descendido del 7,1 de 2021 hasta el 6,3.

La tasa de pobreza infantil sería más de 9 puntos superior a la actual si no se hubiesen realizado transferencias sociales, hasta alcanzar al 37,1% de los y las menores de 18 años, evitando la entrada en situación de pobreza a más de 750.000 niños, niñas y adolescentes. El sistema de transferencias sociales mantiene así su capacidad protectora, que llegó a reducir la pobreza infantil en hasta 11,3 puntos en 2020, uno de los años en los que más se ha logrado proteger frente a esta situación.

UNA RÁPIDA RECUPERACIÓN

El descenso en los datos de pobreza infantil en nuestro país tras la crisis provocada por la pandemia ofrece un panorama muy diferente al que experimentaba España tras la recesión económica derivada de la crisis de 2008.

A diferencia de las consecuencias de la crisis de 2008, las de la Covid-19 han tenido un efecto menor en la tasa de pobreza infantil, que ha recuperado en un año la tasa anterior a la pandemia. En el caso de la crisis de 2008 las cifras de pobreza infantil se mantuvieron al alza hasta alcanzar su máximo histórico en 2013, con un 30,5% de los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza.

Políticas como la mejora de las trasferencias sociales, los avances en materia laboral o el escudo social desplegado por el Gobierno han ayudado a que, en un contexto de crisis internacional sin precedentes, sus efectos no hayan sido tan graves en los hogares con niños, niñas y adolescentes si se compara con la recesión derivada de la crisis 2008 y las políticas de austeridad aplicadas en ese contexto.